El segmento de ciclismo se lleva aproximadamente la mitad del tiempo total en un triatlón, por lo que es lógico pasar la mitad del tiempo de entrenamiento sobre la bici ¿Verdad?
No del todo...
Ciertamente, el triatlón da un énfasis exagerado a las habilidades y aptitudes para el ciclismo, ya que esa etapa de la carrera generalmente representa más o menos la mitad del tiempo de finalización. Por lo tanto, puede ser razonable dedicar aproximadamente la mitad del tiempo de entrenamiento a la bicicleta. En la práctica, eso no siempre es posible.
Aunque el ciclismo suele representar la mayor parte del tiempo de entrenamiento, hay excepciones. Por ejemplo, los triatletas que viven en las latitudes más septentrionales o australes encuentran dificultades para rodar al aire libre en invierno, debido al clima frío e incluso la nieve en algunos casos. En las latitudes más ecuatoriales, por el contrario, el calor y la humedad del verano también favorecen el entrenamiento "indoor". Además, las responsabilidades laborales pueden obligar a entrenar a primera hora de la mañana o tarde en la noche, cuando no hay suficiente luz para rodar en la carretera.
Por las razones arriba expuestas, y tantas otras, un rodillo de calidad puede ser de suma importancia para el atleta con grandes aspiraciones -Éste es un tema algo controversial para otra discusión. Pero incluso si se usa el rodillo con regularidad, es casi seguro que el volumen de ciclismo se vea afectado si no se puede salir a la calle a rodar. Hay un número limitado de horas que se puede dedicar al rodillo. Así son las cosas. Sin embargo, algunos entrenadores y atletas creativos no perdemos el tiempo y realizamos ajustes al entrenamiento para estas condiciones.
Dado que los entrenamientos en bici son más largos que los entrenamientos de natación o carrera a pie, el volumen total de entrenamiento semanal también debe disminuir cuando el clima u otros obstáculos fuerzan a rodar indoor.
No es muy difícil saber de antemano qué puede interferir con las sesiones de ciclismo en la carretera y se pueden planificar las horas anuales de entrenamiento tomando en cuenta estos factores. Si supieras que en invierno casi todo el ciclismo tendría que ser en rodillo, pero que en verano sería posible rodar al aire libre, programa tu entrenamiento de ciclismo acorde con eso. Por ejemplo, si planearas competir en un Ironman y tuvieras que pedalear 600 horas durante toda la temporada, podrías planificar entrenar el ciclismo durante 250 horas en el invierno y 350 horas en el verano -En una próxima publicación te estaré contando más sobre la cantidad de horas totales que debes entrenar dependiendo de tu evento de alta prioridad de la temporada.
Si ya fueras un ciclista muy competente, pero tuvieras grandes limitantes en la natación o la carrera a pie, es posible que también desees pasar menos de la mitad de tu tiempo de entrenamiento sobre la bici. Para determinar si este es tu caso, compara tus parciales por disciplina deportiva con los de tus compañeros de categoría en tu más reciente carrera de alta prioridad. Si, por ejemplo, ocupaste el decimoquinto lugar en la natación, el cuarto en la bicicleta y el vigésimo en la carrera, debes concentrarte más en nadar y correr, y menos en rodar. En tales situaciones, tu volumen total de entrenamiento debería otorgar al deporte limitante algo de tiempo del que estaba originalmente programado para el ciclismo.
Una vez que tienes una idea del volumen para cada semana de la temporada, dependiendo del evento objetivo y el tipo de periodización, todo lo que queda es decidir cómo se deben asignar esas horas durante los días de la semana.
Debe haber un entrenamiento largo y el resto de las horas por día se pueden dividir entre dos entrenamientos el mismo día, especialmente en el Período de Preparación Especial cuando el volumen es alto, si se entrena para un evento de larga o ultra distancia. De hecho, existen algunas ventajas relacionadas con entrenar dos veces al día, como un aumento en la calidad de cada entrenamiento.
Para estas distancias largas o ultra, la distribución del volumen semanal debe cambiar a favor de los días de entrenamiento más largos, aunque el volumen total semanal siga siendo similar al que realiza, por ejemplo, un competidor avanzado de distancias sprint u olímpica.
Las horas diarias que puedes entrenar deben incluir todo el entrenamiento que debes realizar: natación, ciclismo, carrera a pie, pesas y cualquier otra actividad de entrenamiento cruzado, así que úsalas con inteligencia y entrena para las demandas específicas de tu competición.
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